Picante y ordinaria, fue la forma en que
se trató en todo este tiempo al proceso de Claudio Borghi en la selección
nacional. Con una virulencia increíble en las redes sociales. Se tildó a un
profesional como poco serio, flojo y bueno para los asados. Los prejuicios
siempre estuvieron en el proceso del mayor ídolo de la historia de Argentinos
Juniors.
Picante
y ordinario es la polarización que se vive en nuestro fútbol, por una parte existen
hinchas colocolinos defendiendo a muerte el proceso del ahora ex seleccionador
nacional, en la otra vereda, los azules haciendo leña del árbol caído,
denostando a cada momento a una figura que debería ser respetada por todo el
medio, sin pensar en viejas rencillas.
Picante
y ordinario es vetar en plena conferencia de prensa a un periodista esgrimiendo
como razón: “Éramos cercanos, me fallaste”, sería muy poco ético, poco
profesional y muy picante y ordinario, dejar de criticar la actuación de la selección
sólo porque en la banca se sienta un “amigo muy cercano”. Se equivocó feo el
Bichi en esa pasada.
Picante
y ordinario es el comportamiento de algunos referentes de la selección dentro
del campo de juego, la patada de Arturo Vidal frente a Serbia y su codazo a
mansalva contra Ecuador fueron el corolario de una seguidilla de malos
comportamientos en el rectángulo verde. No son sólo las expulsiones, es la
irresponsabilidad técnica, la desconcentración en la marca y la desatención a
las órdenes que le entregaba precisamente el hombre a quien tanto querían y
luchaban por salvar. ¿Serán tan hombrecitos de tener esas actitudes en Turín,
Barcelona o Sevilla?
Picante
y ordinaria es esa amenaza que provino desde el camarín terminado el partido
contra Argentina en octubre recién pasado. Es de mala leche conocer la calidad
propia de jugador y la importancia para el plantel y sugerir que de no seguir el dt actual
renunciarán a la selección. Por si no quedó claro lo vuelvo a decir: La roja es
lo más importante. Y la verdad es que si Vidal va a seguir jugando igual con la
casaquilla nacional, ojalá cumpla su palabra y no vuelva.
Pero
lo peor, lo que se llevó la nota máxima de lo picante y lo ordinario es
despedir al entrenador en pleno camarín, ahí entre el vapor de las duchas y una
pizarra a medio borrar, frente a los oídos de los jugadores y cuerpo técnico se
llegó al fin de un proceso que bien pudo terminar con una reunión en Quilín una
semana después y luego la correspondiente conferencia de prensa en donde se
agradece mas de un año y medio de trabajo. ¿Era mucho pedir?.
Ahora se viene la danza de nombre,
suenan tres argentinos con algún pasado leproso, pero esa es harina de otro
costal y tema de otro articulo, hemos de esperar que en esa discusión se suba
un poco el nivel.
foto: http://www.ferplei.com/2012/08/claudio-borghi-yo-no-hago-convenio-con-los-dirigentes-yo-llamo-a-jugadores/
Les falto firmar el articulo como:
ResponderEliminarViudaDeBorghi.