Por esos misterios que tiene la vida, cayó entre mis manos
una edición especial de "El Gráfico", en ella se mostraban cuales
eran los 100 jugadores mas importantes de la selección argentina. En un poco
mas de 120 páginas los que entendemos que el fútbol se creó mucho antes que
Messi y Cristiano Ronaldo, simplemente nos damos un festín, en un capitulo
exquisito y sabroso, la popular y eterna revista trasandina nos muestra la
historia de una de las selecciones mas galardonadas del balonpié mundial.
El número en cuestión es completo hasta decir basta y quisiera compartir con ustedes algunos detalles que llaman mi atención.
En la
historia de la albiceleste hay lugar para todos, el que mas veces se la colocó
fue Javier Zanetti en 137 ocasiones, lo sigue Roberto Ayala con 112, eso sí el
ratón tiene la gracia de ser el jugador que en mayor ocasiones fue capitán de
"la Argentina", su brazo tuvo el honor de portar el brazalete en 63
partidos.
Otro de
los "record" lo tiene el gran e inolvidable Ángel Labruna, ídolo
hasta después de su muerte en River Plate, en donde fue el delantero estrella
de la "Maquina", el equipo mas laureado de la banda sangre. Jugó por
la selección obviamente y según lo que se estipula, si no fue goleador
histórico es porque en la década del 40 no se jugaban tantos partidos entre
selecciones como en nuestros tiempos. Aun así el padre del actual dt de
Colo-Colo se las ingenió para ganar dos copas América y con 39 años ser el
jugador argentino de mayor edad en jugar un mundial.
Obviamente
están los ídolos, aquellos que no necesitaron ser los goleadores, o los que más
partidos tienen, sino que simplemente cuajaron una actuación que trascendió
generaciones, ahí están los campeones del mundo: El Matador Kempes, Américo
Rubén Gallegos, Ubaldo Fillol y Daniel Passarella (el gran capitán, uno de los
pocos bendecidos que estuvieron en las gestas del ´78 y del ´86). Pero la
página aparte se la lleva el que consideran el mejor de todos, al que le han
hecho todos los homenajes en vida, tiene una religión y su nombre es venerado
desde el atlántico hasta la cordillera. Ya sea en la paternal en donde se
inició, en la boca donde se matriculó de ídolo o en caminito en donde su figura
esta junto a las de Evita y Gardel (literalmente) el nombre de Diego Armando
Maradona traspasó las barreras ideológicas, religiosas, sociales y
futbolísticas. Es un embajador de Argentina, si lo aman en el país vecino es
por una cosa clara: siempre jugó mejor por la selección que por cualquiera de
sus equipos. En la memoria colectiva quedan sus 7 partidos lesionado en Italia
´90 donde tenía el tobillo del tamaño de un membrillo producto de las patadas
recibidas, el tipo se infiltró y jugó arriesgando una lesión mayor. El amor eterno
entre la albiceleste y el 10 se grafica en la mano de Dios y el segundo gol a
los ingleses que pareciera que Victor Hugo Morales aun sigue narrando
("Genio, genio, genio, ta ta ta, goooooooolllll, quiero llorar, Dios santo
viva el fútbol....barrilete cósmico, ¿De qué planeta viniste?...gracias Dios
por el fútbol, por Maradona...) se palpa en esa encerrona que le hizo la mafia
napolitana previa al mundial de Italia, donde lo amenazaron de contar todos los
excesos de Diego. No se inmutó Maradona, jugó un partidazo contra los locales
en la semifinal del mundial, donde finalmente Argentina pasó al partido
decisivo. Terminado el torneo fue suspendido por doping en el Calcio. La mafia
nunca pierde...
Y ahí
siguen las páginas cada una con un jugador mejor que el anterior, cada uno con
una cualidad importante que los vuelve distintivo. De los activos hay pocos,
Mascherano, Aguero y Messi. De este último siguen esperando algo gigante.
Para
finalizar les dejo el párrafo de Benjamín "Benja le podrá contar a sus
amigos que su abuelo debutó en primera a los 15 años y 11 meses, también les
podrá decir que su padre debutó en primera a los 15 años y un mes...los
apellidos de Benjamín son Aguero Maradona..." La historia de esta
camiseta, al parecer, está asegurada.
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