Vino y se fue la fecha 11 del torneo de transición, y las
papas quedaron muy calientes. El sólido líder, Unión Española, está a tres
puntos de luz sobre sus seguidores, la Universidad de Chile y O´Higgins de
Rancagua, con una unidad menos, cierra el bloque de avanzada la Universidad
Católica.
Los rojos
son un equipo superdotado en comparación al resto de los cuadros de primera
división, manejan los tiempos y las situaciones del partido. El último
empate contra Cobreloa, es un botón muy claro, entendiendo
que siempre lo mejor es ganar, la Unión en la cancha comprendió la importancia
de no perder, de dejar pasar una fecha más en la punta contra un rival
complicado como son los loinos. El fixture los deja más tranquilo sabiendo que
de los 6 partidos restantes los duros son contra O´Higgins y Colo-Colo, ambos
en Santa Laura. El sábado en horario de
misa, vimos a los locales ser muy equilibrados, entendiendo que a esta altura
lo peor es regalar pelota y espacios, no se mató atacando a un equipo que vino
con la intención de sacar un punto en la catedral del fútbol nacional. Las
pasadas de Currimilla fueron contadas, el pase de Villagra se lateralizó en vez
de buscar la daga punzante a los atacantes hispanos, la orden era clara: Si no
se puede entrar, se cuida el balón como sea.
Un equipo es bueno cuando su idea es clara, entendida y ejecutada por
sus jugadores, sin importar su posición o si es titular o reserva. Este factor
se cumple en la Española, merito de su técnico que además de leer bien los partidos
logra leer bien la instancia del campeonato.