Vino y se fue la fecha 11 del torneo de transición, y las
papas quedaron muy calientes. El sólido líder, Unión Española, está a tres
puntos de luz sobre sus seguidores, la Universidad de Chile y O´Higgins de
Rancagua, con una unidad menos, cierra el bloque de avanzada la Universidad
Católica.
Los rojos
son un equipo superdotado en comparación al resto de los cuadros de primera
división, manejan los tiempos y las situaciones del partido. El último
empate contra Cobreloa, es un botón muy claro, entendiendo
que siempre lo mejor es ganar, la Unión en la cancha comprendió la importancia
de no perder, de dejar pasar una fecha más en la punta contra un rival
complicado como son los loinos. El fixture los deja más tranquilo sabiendo que
de los 6 partidos restantes los duros son contra O´Higgins y Colo-Colo, ambos
en Santa Laura. El sábado en horario de
misa, vimos a los locales ser muy equilibrados, entendiendo que a esta altura
lo peor es regalar pelota y espacios, no se mató atacando a un equipo que vino
con la intención de sacar un punto en la catedral del fútbol nacional. Las
pasadas de Currimilla fueron contadas, el pase de Villagra se lateralizó en vez
de buscar la daga punzante a los atacantes hispanos, la orden era clara: Si no
se puede entrar, se cuida el balón como sea.
Un equipo es bueno cuando su idea es clara, entendida y ejecutada por
sus jugadores, sin importar su posición o si es titular o reserva. Este factor
se cumple en la Española, merito de su técnico que además de leer bien los partidos
logra leer bien la instancia del campeonato.
Los
rancagüinos, en contra parte, han perdido a capacidad de adaptarse a los
partidos, da la impresión que chocan constantemente contra las defensas bien
paradas, generan volumen y se mueven bien, pero no encuentran la vuelta a la
pared que algunos rivales le proponen. Ha mejorado el equilibrio, porque después
de perderla recibía una contra que por lo general los dañaba mucho. A pesar de
eso, sigue siendo un equipo peligroso, que juega con una filosofía y con un
entrenador que es capaz de leer los cambios que requiere el partido, tiene fe
en su plantel y le da la oportunidad a los juveniles.
El cuarto
comensal listo para servirse el Huemul es la UC, un equipo algo extraño, partió muy bien, decayó y lentamente se
volvió a adaptar a la realidad que tiene. Su técnico entiende la presión que
significa tener en la banca a un ídolo como el Milo y a un crack como
Villanueva, los intenta adaptar a su esquema, pero los mejores partidos de los
franjeados son sin esas dos figuras entre el 11 titular, en especial cuando “el
Piña” entra en la última media hora de juego sin complejos, aprovechando el
cansancio de los contención rival, clarito en el último pase. Cuando es titular esa frescura se pierde, y se
transforma en peligro real sólo en los tiros libres. Machete decidió armar el medio campo
partiendo con Sepúlveda, entendiendo que dejar dos volantes mixtos juntos fue
muy peligroso, Lazarte no come vidrio. El problema cruzado sigue siendo la
defensa, su pareja de centrales debería ser Álvarez y Martínez, pero cuando
ellos no están el equipo lo siente. Andia no mejora su déficit atencional,
Bikupovic no tiene el nivel y Parot entra a jugar con tarjeta amarilla. Armar
la línea de tres, en algunos casos, llega a ser muy problemático. Pasada la
mitad de la cancha debe ser el equipo con mas variantes del medio, la velocidad
de Sosa, la potencia de Castillo, la ubicación de Bueno, el despliegue de
Cordero y Meneses, el talento de Villanueva…etc. Caudal de opciones.
El partidos de los universitarios
contra Colo-Colo será duro, no sólo por lo difícil que es jugar en el
Monumental, sino porque el rival empezó a mostrar signos vitales, al verse fuera de la pelea del título, los albos
se relajaron, jugaron mejor. González encontró con Fierro y Hernández la
descarga y compañía que Vecchio necesitaba. Sin de De La Fuente el popular
perdió elegancia en la salida, pero le agregó eficiencia, ya que Pavez
(Cualquiera de los dos) ó Fuentes recuperan y entregan al mas próximo a su posición,
agilizando el juego. A ese volumen de
ataque se suma Fuenzalida y su constante despliegue, y el olfato goleador de
Carlos Muñoz. El albo sigue mal por su defensa,
en Arica perdió la mayoría de las veces en el juego aéreo y se ve lenta y
descoordinada. Debe mejorar. Colo-Colo no será campeón pero por fixture
definirán quien lo será, mucha responsabilidad.
Está lindo el torneo, se ve bien
lo que queda de él. Hay que estar atento a los cuatro cazadores que tienen en
la mira al Huemul, pobre, no sabe que en Mayo alguien lo agarra, lo besa, se lo
lleva para la casa y lo deja en su vitrina. Rancagua, Las Condes, La Cisterna o
Independencia, en algunos de esos lugares vivirá un semestre mas. ¿Habrá tomado
la decisión?
Foto: http://www.larojadeportes.cl/
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