Ayer miércoles fuimos testigos de la primera final del
campeonato de clausura 2012, por un lado el fútbol vistoso, ofensivo y de toque
de la Unión Española, y por la contraparte, el orden táctico y defensivo de
Huachipato.
Lo que
presenciamos ayer en el glorioso Santa Laura (la catedral del fútbol chileno),
fue una verdadera lucha de estilos, y el partido se decidió por lo que se
decide el fútbol: detalles. En el primer tiempo ya quedó claro que no habría
sorpresas, los rojos hacían rotar el balón desde Currimilla hasta Berardo, desde
Mauro Díaz hasta Emilio Hernández, buscando con una paciencia oriental el
espacio que les permitiera abrir la cuenta. Las dos líneas de cuatro de los de
la octava región eran juntas, firmes y fuertes. Sería un partido de
convicciones.
Que no
propusieran no significaba que los acereros no quisieran ganar, sabían que
encontrar a los hispanos saliendo podría ser muy beneficioso para ellos. Y fue
precisamente así como llegó la apertura de la cuenta, una corrida de Nicolás
Núñez puso el 0-1 en la plaza Chacabuco. Unión buscó e insistió, pero no
encontró las respuestas individuales ni colectivas. La solución estaba en la
banca, tras la lesión de ese caudillo que es Gonzalo Villagra, Sierra superó la
tentación de mandar al campo de juego a Braulio Leal y caer en la simplicidad
del cambio posición por posición, en vez de eso colocó un delantero centro y
mandó a Jaime donde más rinde, en la banda derecha. El "Coto"
entendió que la lucha estaba por los costados, no por el centro, ahí los duelos entre Cortes y Currimilla y
Berardo y Núñez los empezaron a ganar lo de colonia.
El
entretiempo encontró a ambos equipos con esa diferencia mínima para los
sureños, controlada ya la parte ofensiva de los visitantes faltaba superar su
férrea defensa. Ahí Contreras empezó a perder con Hernández y Crovetto no se la
pudo con el tandem que armaron Díaz y Jaime por su banda. Aun así, lo que
desató la furia roja fue el autogol de Merlo, esa cuota de suerte que necesitan
los equipos para ser campeones.
El 2-1
anotado por Jaime fue la consecuencia de la presión hispana y de la caída
acerera por el empate, Unión sacó el pie del acelerador y Huachipato sintió que
el empate era posible, se creó más ocasiones y por ahí casi lo empata. Se notó
y sintió la ausencia de Olarra ya que Rodríguez ganó por fuerza y por arriba. A
pesar de los manotazos de ahogado, la Española siguió controlando el partido y
siendo merecedora del triunfo.
El 3-1
pilló a un Jaime metido en el partido, aprovechando un rebote que dejó Veloso,
el cual sigue parando pero no atajando, demostrando unas falencias en su
formación que dan espanto, capacidad tiene el arquero penquista, pero hay falta
de trabajo en su día a día. Achica al bulto, no se posiciona bien, mal saque de
pie y no ordena su defensa. Parar es sólo una parte de su trabajo.
El
titulo se empieza a teñir de rojo y el "Huemul de plata" tiene olor a
paella y salchichón, quedan 90 minutos en donde los de Independencia
controlaran el balón, lo rotarán y jugarán con el marcador y la desesperación
rival. Huachipato buscará el orden y sin dudas apelará a las pelotas paradas
con el muy buen cabezazo ofensivo de Muñoz y Merlo y al remate de lejos de
Daniel Gonzalez y su exquisita pegada. Pellicer no saldrá a quemar naves,
Sierra tampoco, el título es muy preciado como para perderlo en 45 minutos. Veremos un partido en cuyo complemento ambos
equipos buscarán la copa.
La mesa
está servida y ambas hinchadas están hambrientas de gloria, han sido muchos
años sin probar el éxito como para dejarlo ir esta vez, en Talcahuano la cancha
se convertirá en un tablero de ajedrez donde ambos técnicos cuidaran sus
movimientos, las 22 piezas estarán en su
lugar , el reloj será un aliado de la visita y el "Huemul de plata"
el rey a conquistar.
foto:http://www.theclinic.cl/2012/12/05/union-espanola-se-clavo-a-huachipato-3-a-1-y-se-prueba-la-corona-del-clausura/
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